Por fin voy a comenzar aquello que tanto llevo retrasando. Será un viaje lento y tergiversado por el recuerdo. Lejos de la vivacidad y frescurá con la que describí mi, personalmente, impactante descubrimiento de los Estados Unidos de América, y su cultura y su “way of life”.
Pero será también un viaje lleno de guiños y comentarios a la situación personal en la que me encontraba cuando lo realicé. Aliciente fervoroso para algunos y añadido molesto para otros. Suerte para los primeros y aguántense los segundos (este es mi blog, es independiente y escribo lo que quiero ;-))
Con todo, no dejaré de contar todos aquellos detalles culturales, y comparaciones objetivas, y sentimientos subjetivos, que pueda recordar. De manera que podamos reflexionar sobre las diferencias con mi entorno y mi vida habitual aquí en España.
Gracias a todos por vuestra lectura y participación en los comentarios.
Todos los viajes son subjetivos y están influenciados por nuestros estados de ánimo y nuestra situación emocional.
Tendremos paciencia con tu crónica latina 😉
estoy de acuerdo con Laura, todo viaje está marcado por nuestro estado de ámino y las emociones del momento.
Me ha pasado que he visitado el mismo sitio en distintas épocas de mi vida, y los recuerdos que me llevo no tienen ni punto de comparación. Eso me gusta, hace que los viajes sean únicos, no?
Por supuesto todo es distinto se haga las veces que se haga y, los viajes, también. Sobre todo si cambian las circunstancias 😉