(Definiciones de andar por casa, para las buenas ir a la RAE)
– Estereotipo: idea general que la sociedad (y por extensión la mayoría de la gente) tiene sobre algo o alguien.
– Prejuicio: predisposición negativa que alguien tiene sobre algo, generalmente un estereotipo.
– Clase: agrupación de elementos (personas o cosas) mediante criterios no arbitrarios pero sí subjetivos. (A elementos de una misma clase se le asignan propiedades comunes al resto de los elementos de la clase: generalización).
Y ¿a que viene todo esto?
A que estoy harto de que la gente se queje sin razón de los prejuicios, los estereotipos y el clasismo. Los tres son inevitables (nos guste o no) para la vida diaria, los tres se basan en una cosa de suma importancia para cualquiera de nosotros: la experiencia.
Si tengo prejuicios (ideas negativas) contra las personas que visten de una cierta forma (es decir, con personas que para mi están dentro de una clase), pueden existir dos causas básicas:
– Que exista un estereotipo en la sociedad para ese tipo de personas y que esa idea social (estereotipo) lleve asociado algunas propiedades negativas. Ej. Las personas con las cabezas rapadas son violentas.
– Que yo haya tenido una experiencia negativa propia con personas que encajan en esa clase. Ej. Ver como actuaban unas personas con cabezas rapadas.
Cualquiera de las dos circunstancias anteriores provocará que yo tenga prejuicios sobre esas personas y no creo que eso tenga nada de malo.
Las clases que tiene cada uno en su interior, y las ideas positivas o negativas que tiene uno asociadas a ellas, no son más que una mezcla de estereotipos (experiencias transmitidas por la sociedad) y de experiencias propias; donde las experiencias propias deben prevalecer (y prevalecen) en caso de conflicto:
– Ej. Existe una clase bien reconocida por todos, los gatos, y un prejuicio asociado a ella: los gatos arañan sin avisar.
Sin embargo mi propia experiencia me dice que eso no es así. Y da igual lo que crea el resto de la gente, prevalece mi experiencia. En el caso de aquellas personas que no han tenido la oportunidad de tener su propia experiencia seguirá existiendo el prejuicio (los gatos arañan sin avisar) recibido desde la sociedad.
Eso sí me parece un problema: a veces los prejuicios no basados en experiencias propias son tan fuertes que impiden a las personas tener su propia experiencia. El prejuicio hacia los gatos puede ser tan grande que la persona no se anime a tocarlos y nunca pueda comprobar que, el hecho de que arañan sin avisar, en incierto o, al menos variable con las circunstancias.
Estoy convencido de que los prejuicios no basados en experiencias propias nunca deben impedir que uno obtenga sus propias experiencias pero los prejuicios en sí me parecen de lo más sano que hay.
Cuando te roba una persona de cierta vestimenta, cierta raza y en cierto sitio, tienes que ser muy estúpido para decir en la siguiente ocasión: no pasa nada, no todos somos iguales; demos otra oportunidad a este que encaja en la misma clase; no prejuzguemos ni seamos clasistas. ¡Y una porrra!. Decir eso es lo mismo que negar el valor de la experiencia.
Es inevitable intentar transmitir a nuestros hijos nuestros prejuicios, es natural y bueno, pero no intentemos que eso les impida tener sus propias experiencias y juzgar. Los niños son auténticas máquinas de analizar casos reales con capacidad para llegar a sus propias conclusiones. A eso es a lo único que se dedican en los primeros años: a aprender.
Si cuando a ti te gustan los perros y a tu hijo le dan miedo, intentas que no les tenga miedo ¿por qué cuando a ti te dan miedo los gatos y a alguien de confianza no, no intentas tener tu propia experiencia?.
Y ya, para mojarme del todo, dos ejemplos más:
– Mis tres experiencias con personas catalanas han sido desagradables. Estoy deseando tener una buena experiencia con ellos para cambiar mis ideas. Pero mientras, que quieren que les diga: sí, tengo prejuicios contra ellos y los generalizo. Para eso está hecho el hombre para generalizar todo lo posible. Y a mucha honra.
– Por desgracia no existe un equivalente a “prejuicio” con connotaciones positivas, lee aseguro que también tengo un montón de esas. Por ejemplo el Algarve (el sur de Portugal), así, a lo bruto y generalizando, tengo una idea muy positiva de él. Y, no nos engañemos, seguro que en el Algarve también hay cosas negativas.
Saludos a todos,
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