Hace poco me comentaba de nuevo una amiga que cada vez se sorprende más de lo básicos y poco inteligentes que somos los hombres. Su comentario no era grave, no era más que otra forma de expresar eso que ya se resume, y se asume como cierto, desde hace muchos años en dichos conocidos como el de que “dos tetas tiran más que dos carretas” o a aquel que dice que “los hombres pensamos con la cabeza de abajo”.
No diría que me amiga sea una feminista radical, de esas tan abundantes hoy día que proclaman que el hombre es inferior y malo por naturaleza, y al que hay que combatir con leyes toda su malignidad innata. Pero si puedo afirmar que mi amiga es una férrea defensora de los avances en la igualdad de las mujeres. Defensa que, en muchos casos nos lleva a opiniones o posturas muy diferentes. No porque yo no crea que debe avanzarse en la igualdad real de las mujeres, sino porque creo que los avances en la igualdad no deben confundirse con afirmar que el hombre es malo o inferior por naturaleza y mucho menos con querer hacernos creer que los hombres actuales debemos de pagar por una situación generada por nuestros ancestros (abuelos y abuelas, padres y madres).
No, no estoy de acuerdo. Ni el hombre es malo por naturaleza ni es más básico que la mujer ni yo tengo por qué pagar por una situación que he heredado.
Así que, en ese contexto, y ante el comentario de mi amiga, se me ocurrió (y en ese mismo momento se lo pregunté a ella), que ¿cómo era posible que, siendo el hombre más básico y poco inteligente que la mujer, hubiera sido capaz de mantener sometida a la mujer durante tantos cientos de años?. No creo que haya que aclarar que la pregunta no fue de su agrado. Aún así, rápidamente, me respondió que ese sometimiento había sido por la fuerza bruta…
Pero claro, esa respuesta no es tan trivial porque, a mi corto entender de hombre, ese sometimiento por la fuerza bruta solo puede deberse entonces a dos motivos. Uno, que el hombre no es tan básico o poco inteligente como para que la mujer, con su complejidad e inteligencia superior, no haya sido capaz de superar esa sumisión en cientos de años. O dos, que esa sumisión que han soportado las mujeres no ha sido una situación tan mala y desfavorable como para que las mujeres hayan querido usar su inteligencia superior para cambiarla en todos estos años (o al menos no ha sido tan malo para una mayoría de ellas).
Por supuesto, ninguna de las dos alternativas de mi razonamiento fueron tampoco de su agrado pero, sorprendentemente, de las dos opciones a mi pregunta, mi amiga se inclinó más por la primera de ellas: piensa que hay demasiadas mujeres poco inteligentes por el mundo y que eso hace que la situación de sumisión y desigualdad no cambie como debería. Entre esas mujeres mi amiga incluía directamente a todas las católicas del mundo (que sinceramente no sé cuántas mujeres son ¿10 – 20% de la población mundial? no tengo ni idea.)
Yo vuelvo a insistir en que, personalmente, creo que el punto de partida de la pregunta es erróneo y que no creo que el hombre sea inferior o más básico. Simplemente creo que, en general, los dos, hombres y mujeres, tenemos comportamientos que, desde un punto de vista moral-humano, justo y no biológico, se podrían considerar como “poco inteligentes”.
Por ejemplo, creo que las mujeres podrían mejorar en no atraer a los hombres vistiéndose de forma atractiva sexualmente para poder centrarse en buscar hombres a los se les gane la atención de otro modo que no sea el sexual. Pero claro, esto es un comentario que muchas mujeres califican de machistas porque dicen que la mujer puede vestirse como quiera y que además ellas se ponen guapas para ellas mismas y no para los hombres. Y yo en ningún momento he dicho que no se puedan poner guapas o como les de a gana; solo afirmo que, destacando en belleza, vas a atraer a hombres que se fijen en eso y no a hombres que se fijen en otras cualidades más humanas. (Pero la culpa es del hombre, que es muy básico y solo se fija en lo que se fija. Que cambien ellos y solo ellos…)
O también, por ejemplo, creo que se podría trabajar mucho en que las mujeres sean más conscientes de que muchas veces se fijan de forma inconsciente en el coche o los bienes de un hombre en vez de en su humanidad. Aunque está afirmación también habrá pocas mujeres que la acepten: ellas siempre se fijan en la persona, faltaría más…
No discuto, simplemente creo que es mejor para todos pensar que todos, hombres y mujeres, tenemos algunos “defectos” de origen biológico que podrían mejorarse, y que uno no es inferior o menos inteligente que el otro.
Sea como sea, sin entrar en esa discusión interminable, lo que me interesa es el hecho de que al final la respuesta de mi amiga es la opción más cercana a mi postura. Es decir, yo opino que ambos, hombres y mujeres, se podrían considerar como “poco inteligentes” en muchos aspectos; y mi amiga piensa lo mismo pero aplicado solo a muchas otras mujeres… es decir que el resto de mujeres (incluyéndose ella) sí siguen siendo de algún modo superiores a los hombres…
Y horas después todavía no he podido dejar de darle vueltas al hecho de que las personas siempre tiendan (tendamos, me incluyo) a excusar nuestra responsabilidad de las situaciones históricas a las que hemos llegado. En este caso se defiende que las mujeres han estado años y años sometidas por culpa de los hombres y solo de los hombres, o por culpa de los hombres y de muchas otras mujeres. Pero ya está, no hay ninguna otra razón para haber llegado a esa situación. Solo se quiere ver la culpa de alguien y además excluirse uno mismo de su responsabilidad.
Pensando en esto, he elaborado el siguiente ejemplo: La sumisión de los perros.
Creo que la mayoría podemos estar de acuerdo en que, en general, los gatos son más ariscos e independientes y los perros más cariñosos y sumisos. Por supuesto, hay gatos a los que les gusta estar mucho tiempo encima de una persona y perros que miran poco a su dueño. Pero, en general, los perros son más sumisos.
Estoy convencido de que el hecho de que los perros sean sumisos ha provocado que históricamente muchos perros hayan sufrido y que todavía hoy sufran por culpa de sus dueños. Hay perros maltratados, torturados por diversión, abandonados y ahorcados. Pero también hay muchos perros felices, contentos y mejor cuidados que muchos seres humanos en algunas partes de la tierra.
Y entonces me pregunto, si un día apareciesen algunos perros inteligentes que tomasen consciencia de su sumisión y la viesen como algo injusto. Esos perros, obviamente, iniciarían una corriente, un movimiento de rebelión hacia su opresor. Intentarían convencer a sus congéneres de que la sumisión del hombre es injusta (¡y no se les podría quitar la razón!).
Y la cuestión realmente polémica viene ahora: si de repente todos los perros pudieran votar si quieren seguir en su estado de sumisión o si quieren igualdad con los hombres y si cada perro tuviera un voto del mismo valor ¿qué resultado saldría en la votación (considerando que una inmensa mayoría de perros viven bien y solo muchos, pero menos perros, son los maltratados)?
Si sale Sumisión y ponemos a los perros a la altura de las mujeres (es decir si le damos a los perros una consciencia moral-humana), entonces los perros serían tan responsables como los hombres de su situación de sumisión, puesto que han votado y han elegido por mayoría la comodidad general de la sumisión, a pesar de se injusta moralmente.
Si sale Sumisión y dejamos a los perros como lo que son (animales sin consciencia moral-humana), entonces los únicos responsables de la situación de sumisión serían los hombres. Puesto que los perros han votado sumisión porque ni siquiera pueden llegar a entender que eso es injusto y son los hombres los que, aún sabiendo que es injusta esa situación, la mantienen así.
Ahora que cada uno saque sus conclusiones sobre qué responsabilidad tiene cada uno en su vida actual y en la situación en la que estamos. Por suerte, las feministas radicales todavía no pueden quemar un blog.
Saludos.