Brujas actuales…

Cada vez que veo por la tele alguna imagen o foto de nuestra vicepresidente de gobierno actual no puedo evitar meditar sobre el aspecto tan deplorable y terrorífico que tiene. Ciertamente no creo que se necesite recurrir a personajes como ogros, brujas o cocos para asustar a los niños de hoy día. Las madres actuales tienen hoy una amenaza mucho más democrática:

– Niño acábate la sopa o vendrá María Teresa y te comerá…

– Niño no te pelees con tu hermana o vendrá Dña. María Teresa y os llevará…

– Niño ponte la ropa que te he dicho o cuando salgas a la calle vendrá María Teresa y te raptará…

Con todos mis respetos hacia su trabajo político, que debe ser todo lo estupendo que puede ser dentro de lo mediocre que son el 95% de nuestros políticos, me pregunto:

¿Esa señora no se ha planteado cambiar esa perniciosa imagen de anoréxica que da a nuestros adolescentes? Claro que, pensándolo bien (como nadie querrá parecérsele a ella), igual es una estrategia encubierta para desprestigiar la anorexia.

¿Pasará entonces lo mismo con el cáncer de piel? ¿Será que sigue así de negra cancerosa y antisaludable durante todo el año para evitar que las jóvenes de hoy día se le quieran parecer?.

Y entonces me pregunto si también, a su edad, será entonces esa la explicación de porqué lleva esa cara pelleja estirada y esos pantalones vaqueros de piquillo estrechos y anti circulación (sanguínea).

Seamos sinceros, me parece que no. No creo que tener ese aspecto deplorable y terrorífico sea una estrategia pro-salud para el país. Mas bien estoy convencido de que esa señora, como muchas otras mujeres, no se da cuenta de la realidad de su aspecto y debe ser, que como aparenta su semblante, su autoridad y poca transigencia le impiden a sus asesores de imagen hacer bien su trabajo, como sí ocurre con el 95 de los políticos, que muestran su mejor cara ante los ciudadanos. Porque no puedo creerme que ese sea su mejor aspecto, habría que ser demasiado cruel para pensar eso…

Sean inteligentes señores padres, no amenacen ni atemoricen a sus hijos con entes inexistentes que marcarán después la personalidad de sus hijos para el resto de su vida. Tengan paciencia y explíquenles la realidad de las cosas. Y sobre todo no sean crueles, si todavía piensan atemorizarlos y asustarlos porque un día pierden la paciencia, no usen a nuestra Vicepresidenta del gobierno. Recuerden que sus hijos podrían orinarse un día en la silla al ver su imagen de improviso en el telediario…

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Arrancando carteles

Ayer no pude resistirme y arranqué este cartel a la salida de cine.

Un cartel digno de publicarse en la antigua bitácora “Así lo veo yo” de mi amigo Jose.

¿Será esta la carrera del futuro? ¿será que los chamanes, brujos, hechiceros, adivinos, curas y demás jefes espirituales de la tribu son inherentes a la sociedad humana?…

Y bueno, aquí tienen al susodicho, estaba en A4 en una vaya bien visible a la altura de los débiles montones de adolescentes que cruzan ese semáforo cada día.

Saludos a todos

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Vacaciones en Sagres

Hace ya un mes que volví de un pequeño periodo de descanso en Portugal, en la todavía poco turística zona de Sagres.

No hay mucho que contar: no hay masificación, hay playa, hay costa, hay montaña, hay tranquilidad, sol un día, viento otros y se está bastante a gusto.

Cuelgo un par de fotos que dan fe de que allí no se está mal y de que allí todavía no lo hemos destrozado todo.

Saludos,

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Sueño de profundidades…

Hoy he soñado que estaba sentado en el borde de un puerto, con los pies colgando en el espigón, viendo una competición de escalada de mástiles de veleros o algo así. (Los mástiles estaban inclinados, más parecidos al espigón de proa que a un mástil).

Yo estoy sentado en el borde del muelle y le toca participar a mi amiga.

Ella va subiendo por el mástil inclinado del velero como a saltitos, mientra se agarra con las manos un cabo suelto que tiene el velero en la punta del mástil. Parece complicado pero en el sueño la gente sube rapidísimo.

El barco está al lado mía, a escasos metros del muro.

Al terminar de subir mi amiga cae al agua y yo me tiro, no para salvarla si no para nadar con ella.

No sé como, ella se empieza a hundir y entonces a mi se me ocurre explicarle que no pasa nada, que me siga y los dos comenzamos a bajar y a hundirnos. (Lo digo yo a pesar de que la tiene pinta de saber más de agua es ella).

Le explico que según bajemos aguantaremos más sin oxígeno y podremos estar más tiempo abajo y, inexplicablemente, llegamos al fondo del puerto. No es como una fosa abisal pero debe estar a varios cientos de metros de profundidad.

Nosotros estamos los dos allí abajo, aguantando la respiración, tan normales, recreándonos en el fondo.
Inexplicablemente, también hay una especie de luz amarillenta que nos permite ver todo.
La única diferencia con el mundo real es que todo es más lento y que no se oye nada.
Lo de no respirar parece de lo más normal. Curiosamente no podemos flotar, nos sentimos más ligeros pero caminamos por el fondo
sin flotar.

El fondo está lleno de cosas que se han ido cayendo del puerto, camiones, chatarra y, no sé como, una especie de casa
o granero.

Al cabo del rato llega el momento de subir. Como mi amiga parece que es nadadora o algo así y que está más acostumbrada que yo a estar en el agua, le explico que cuando empecemos a subir nos entrarán más ganas de respirar y que es probable que llegue un momento en que yo no aguante más y tenga que empezar a subir más rápido que ella.

Para subir nos vamos a uno de los bordes del fondo y empezamos a escalar por la pared, luego nos cambiamos a la pared de la especie de granero que había hundido y por una de las ventanas salimos para seguir subiendo por el exterior.

Cuando estamos subiendo vemos más gente abajo, pero ante la duda no nos paramos.

Aquí me despierto así que no sé realmente como acaba el ascenso.

Me imagino que todo sin problemas ya que el sueño ha sido de lo más relajante. Esa sensación de poder andar por el fondo con total tranquilidad, viendo todo lo que se había caído, es de los más agradable. Y esa luz amarilla clara que llegaba hasta abajo y el silencio también ayudaban.

Eso es todo, saludos a todos.

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Hoy he comido en Buenos Aires o Ushuaia.

Martes 14 de agosto de 2007.

No se porqué hoy parece que estoy en Argentina.
Hoy he comido en Buenos Aires o en Ushuaia.
Hoy hace un día luminoso de cielo limpio,
Con una temperatura cálida pero seca y, a ratos, casi frío.

Como solo en un sitio de comida rápida que bien podría ser un local de empanadas de allí de Buenos Aires.
Nadie por la calle, es domingo a inicios de primavera y la gente no está en la calle después de comer.
Mires donde mires se ve tranquilidad.
Mientras como, suena música latina de fondo y tres sudamericanas atienden el local.

El barrio de Palermo, el parque de Lezama, las afueras de Ushuaia… En todos ellos podría haber estado hoy y no lo hubiera notado.

Me pregunto si cuando salga a la calle empezaré a ver gente caminando hacia el parque de la reserva, todos en la misma dirección, gente sin cesar, como me pasó el día que yo estuve por allí, en Buenos Aires. Pero me temo que no será así.

Una luz amarilla y una brisa cálida me acompañan de vuelta a la oficina. No se puede pedir más, para ser agosto en Sevilla y no Octubre en Argentina.

No se puede pedir más.

Y por supuesto nada de esto tiene nada que enviar a pasear por Pittsburgh en las mismas fechas: ese Market Square, the three point park, the University or the nice Station Center.

Nada que envidiar.

Saludos a todos,

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No se porqué hoy parece que estoy en Argentina

Hoy he comido en Buenos Aires o en Ushuaia.

Hoy hace un día luminoso de cielo limpio, con una temperatura cálida pero seca y, a ratos, casi frío.

Como solo en un sitio de comida rápida que bien podría ser un local de empanadas. Nadie pasa por la calle, es domingo a inicios de primavera y la gente está descansando después de comer.

Mires donde mires se ve tranquilidad. Mientras oyes como suena música latina y tres sudamericanas atienden el local.

El barrio bohemio de Palermo, las afueras de ushuaia, el parque de Lezama. En todos ellos podría haber estado hoy y no lo hubiera notado.

Me pregunto si cuando salga a la calle empezaré a ver gente caminando hacia el parque de la reserva, todos en la misma dirección, gente sin cesar, como en un anuncio de la tele. Pero me temo que no será así. Terminaré de comer y volveré a encerrarme hasta la noche en la oficina. Pero la luz amarilla y la brisa cálida me acompañarán hasta la puerta.

No se puede pedir más…. para ser agosto en Sevilla y no Octubre en Argentina.

No se puede pedir más.

Y por supuesto nada de eso tiene que enviar a pasear en las mismas fechas por cualquier lugar de Pittsburgh: Market Square, the Three point park, the University or the nice Station Center. Nada que envidiar tampoco.

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