Vida laboral, vida en general.

Ayer un compañero nos envió este enlace.

Artículo del El País: Explotación remunerada.

Fue muy triste ver como en pocos minutos, las 12 personas del equipo, estaban comentando lo verídico del artículo y lo identificados que se sentían con él.

Y lo realmente triste no es sentirse identificado con lo que se dice en él. Sino ser conscientes de ello y no hacer nada por cambiarlo.

¿Merece la pena no cambiar de vida por unos pocos de miles de euros?
La respuesta no es sencilla. Cada uno tendrá que buscar la suya.

– Enlace para descargar el artículo en pdf.

3 Replies to “Vida laboral, vida en general.”

  1. Me ha apenado que todo el grupo se sintiera identificado con el artículo.
    Hay cosas en las que todos estaremos de acuerdo: “…la gran mayoría de la población española trabaja porque no le queda más remedio.”
    ¿Y los no españoles no?
    Creo que la clave está en que se trabaje en algo que guste.
    Mi trabajo me causó bastantes insatisfacciones pero fueron compensadas por las satisfacciones logradas, más escasas quizás, pero mucho más gratificantes.
    Muchas veces hemos oído: “tengo la suerte de que me pagan por hacer lo que me gusta”. Todos tenemos que trabajar (bueno, al menos durante un período de nuestra vida que después -con suerte- llega la jubilación), porque todos necesitamos dinero para satisfacer nuestras necesidades y nuestros caprichos. Sólo unos pocos son ricos desde que nacen y pueden aburrirse como les plazca toda su vida; esos no cuentan.
    Si una persona detesta su empresa -¿o será el trabajo que hace?- debe de intentar cambiar de empresa o de trabajo (habrá que ver si hay algún *trabajo* que le guste). Y tendrá que “currarse” ese cambio.
    Y para terminar: en uno de los últimos párrafos del artículo se dice: “…desde fuera su profesión es valorada, reconocida y respetada por la sociedad.” Bien esto es algo bueno, pero lo importante es que la propia persona considere que su trabajo es valioso y le satisface *a él mismo*.
    Empezad el día con Carlos Herrera que empieza la semana con el grito de ¡¡por fin es lunes!!

  2. Creo que vale la pena buscar otra cosa a la que dedicarse si te sientes tan hastiado y harto de tu trabajo (a mi me pasó en el primero que tuve). Tenemos que ser conscientes de que una gran parte de nuestra vida la pasamos trabajando, por lo que tenemos que luchar por tener uno en el que nos sintamos bien y nos llene y no parar hasta encontrarlo. Eso no quita que, temporalmente, tengamos que hacer algo que no nos guste hasta que encontremos lo que de verdad nos llene. El problema muchas veces está en saber qué trabajo nos va a llenar.

    En eso al menos estoy muy contento con mi trayectoria laboral. He pasado de estar en uno en el que rezaba por que llegara el viernes tal y como indica el artículo a otro en el que los días se me pasan volando. Y he llegado a eso después de haberlo pasado bastante mal por una mezcla de constancia y suerte (que no falte). Creo ser muy consciente de lo importante de tener un trabajo que no solo te sirva para pagar facturas.

    El médico que citas en otra entrada, Pedro Cavadas, es un buen ejemplo. Pasó de comprarse cada vez un coche más grande a operar gratis en Africa. Vamos, que buscó darle sentido a su vida más allá del ganar dinero.

    En España nos tomamos lo de trabajar demasiado en serio. Solemos valorar mucho al que se queda trabajando hasta tarde, al que está pensando solo en trabajar incluso fuera de horario, en su casa, y eso es tan malo como el que hace todo lo contrario (pasa lo mismo con los estudios). Gente de otros países critican nuestro horario laboral, uno de los más extensos del mundo. Y todo esto, ¿para qué? Para pagar la hipoteca de un piso sobrevalorado, costearnos un mes de vacaciones (de los doce que tiene el año) o darnos un caprichito de fin de semana o del aparatito nuevo en casa.

    Yo no tengo Dolby Surround, ni Wii, ni pantalla plana de 37 pulgadas; mi coche me costó dos millones de kilómetro cero; mi casa no llega a los 60 m2; no me voy de vacaciones a la Riviera Maya; pero llego a casa cuando todavía es de día, y muy pocas veces me traigo algo en mente del trabajo. Apenas llego cansado y, sobre todo, no la tomo con mi familia porque esté de mal humor a causa de mi trabajo. Y te aseguro que no envidio a aquél que cobra más que yo y que cuando sale por ahí a comer o a divertirse se lleva el móvil de empresa por si acaso.

    Tengo la inmensa suerte de que me gusta mi trabajo, tengo unos compañeros con los que estoy muy a gusto (mi jefe es uno de ellos) y mis condiciones laborales son bastante buenas en comparación con lo que se ve por ahí. Por este motivo soy bastante reticente a hacer nuevas entrevistas de trabajo y a buscar otra cosa que me dé más dinero. El que me den de más económicamente hablando no paga ni por asomo lo que obtengo del actual.

  3. Yo en mi ex-trabajo he pasado por todo tipo de estado, desde sentirme realizado con lo que hacía a quemarme por distintos frentes hasta tener que irme con ganas de olvidarlo todo.
    También creo que a veces el problema es encontrar que es lo que realmente te gusta para poder trabajar en ello.
    Ahora mismo estoy redefiniéndome, veremos si me aclaro.
    Un saludo.

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