Buenos Aires y Ushuaia, un viaje en diferido (1 – Comienzo)

Después de condicionar parte de mi verano pensando en el viaje; tanto en días de vacaciones como en administración de dinero, llegó el momento de empezar a concretar cosas….

Desde finales de agosto miraba regularmente el precio y las plazas disponibles en vuelos a Buenos Aires. Quería saber hasta cuando podía esperar a decidir qué hacer y ver si de paso encontraba alguna superoferta…

Para esa fecha (finales de agosto) yo ya me había hecho a la idea de que iría solo y de que sólo a lo mejor, con suerte, en el último momento, se apuntaban mi buen amigo J y su pareja.

Aún así todavía tuve alguna buena amiga en crisis personal que estuvo apunto de liarse la manta a la cabeza y acompañarme en plan aventura. Aunque al final, nunca sabremos si para bien o para mal, optó por la decisión más razonable de no venir, ahorrándose bastantes días de vacaciones y tiempo.

Los precios de los billetes (siempre en compra por Internet) habían estado rondando los 430 euros todo el verano y el día que los vi a 450 supe que ya no se podía esperar más. El mío salió por 470 la segunda semana de septiembre, un mes antes del enlace.

Dos semanas más tarde, cuando ya estaba todo listo, otra maravillosa amiga decidió venir conmigo. Estuvimos un día hasta las tantas buscando vuelos pero, ciertamente, con mis billetes ya sacados era muy difícil encajarlo todo en fechas similares: vuelos de ida y vuelta a Buenos Aires, vuelos de ida y vuelta a Ushuaia, y sin hablar de la nueva reestructuración que necesitaría el alojamiento que N me había preparado.

Resultado: el viaje a Argentina comenzó como estaba asumido: solo, pese a la cantidad de cambios que se sucedieron en los últimos días 🙂

Antes de partir, junto con los cambios o amagos de acompañantes que se sucedieron, tuve días complicados de trabajo; de compra de ropa de montaña en Sevilla en verano…; de petición de nuevas tarjetas de crédito para estar más tranquilo; de tristeza por el fallecimiento, dos días antes de partir, de un familiar muy cercano; y de días intensos en mi vida personal.

Todo fue muy ajetreado y recuerdo perfectamente como en el momento en que me senté en el AVE con destino a Madrid para tomar mi vuelo me palpé los billetes, me palpé las tarjetas de crédito y pensé -ya está todo listo, lo fundamental lo llevo, que sea lo que d… quiera-.

2 Replies to “Buenos Aires y Ushuaia, un viaje en diferido (1 – Comienzo)”

  1. Es cierto, nunca lo sabremos, pero es lógico que un viaje de esas características tan concretas lo hicieras tú y solo tú, excepto con la compañía de una pareja o algún amigo implicado directamente en la aventura o misión del viaje.

    De todas formas, cuando yo tenga pelas y ocasión para hacer un viaje transoceánico también habrá hueco para mi amigo que presume de que no le gusta viajar pero se pega unas escapadas impresionantes.

    Quedo a la espera de las siguientes entregas y de que las ilustres con alguna fotillo.

Leave a Reply